Cuentos escogidos
Virginia Woolf
Selección y prólogo de Menchu Gutiérrez
Traducción del inglés de Amelia Pérez de Villar
Es sabido que Virginia Woolf solía emplear sus cuentos con
frecuencia para experimentar con temas y modelos narrativos
que incorporaba más tarde a la escritura de sus novelas. Esta
selección, elaborada y prologada por Menchu Gutiérrez, reúne
veintitrés piezas escogidas de entre el medio centenar que la
autora concibiese entre 1906 y 1941 (de las cuales, sólo dieciocho
fueron publicadas en vida), en una nueva traducción a cargo
de Amelia Pérez de Villar.
Comoquiera que Woolf pusiese a prueba los límites de la
literatura en su ficción breve, desarrollando un nuevo lenguaje
de sensaciones, emociones y recreando en palabras el «enjambre y la confusión
de la vida», el presente
volumen -con cuentos que abarcan desde el estilo narrativo
más tradicional de «Objetos materiales» hasta la exploración
abstracta de la conciencia de «Una marca en la pared», pasando
por el frágil impresionismo de «Kew Gardens»- constituye
una excelente oportunidad para ahondar en la obra de la que
fue sin duda la escritora más decisiva del pasado siglo.
ISBN: 978-84-125618-3-8 | Género: Ficción clásica, cuentos | Formato: 135 x 215 mm | Encuadernación: Rústica cosida con solapas | Páginas: 264 | Lanzamiento: Octubre 2022 | Edición: 1ª | Precio: 23 €
VIRGINIA WOOLF (Londres, 1882; Sussex, 1941) fue la principal escritora del grupo Bloomsbury y una de las figuras literarias de mayor relieve intelectual en la Europa de entreguerras. Sus primeras novelas incluyen Fin de viaje, Noche y día y El cuarto de Jacob. Entre 1925 y 1931 produjo sus grandes obras maestras, como La señora Dalloway, Al faro, Orlando y la que es al cabo su novela más lírica y experimental, Las olas. Sus trabajos posteriores comprenden Los años y Entre actos. También cultivó con éxito la crítica literaria, el periodismo, la biografía y el ensayo, del que destaca el temprano alegato feminista Un cuarto propio, de 1929.
Puede que en nuestro siglo haya otros escritores importantes que
amaran la literatura tanto como Woolf, pero nadie ha expresado esa
pasión de manera tan memorable y provechosa como ella. Ninguna
otra persona de letras del siglo XX nos muestra tan claramente que
nuestra cultura está condenada a seguir siendo literaria
HAROLD BLOOM, El canon occidental
Woolf no intenta definir el alma, sino mostrarnos los meandros por los que circula el alma, con las piedras que interrumpen la corriente o los instantes en que se seca el cauce
RICARDO MARTÍNEZ LLORCA, Culturamas
En su narrativa breve, recogida aquí con cuidadosa precisión, advertimos con claridad su vocación de juego serio: divertida y honda, Woolf supo manejarse en diversísimos registros para crear una suerte de palimpsesto literario en el que, al final, lo que permanece es su gran vocación de futuro